martes, 12 de julio de 2011

A los que...

Siempre hay algo que comienza, allí donde mires da igual los ojos que utilices, da igual busques la sorna de la imagen que la seriedad del conjunto de tus lágrimas.

Intimidad buscas escondiéndose de la gente bajo ese azul cielo, no miente por gusto miente por necesidad. La familia siempre queda a un lado, les hacemos participes de nuestras acusaciones y argumentos a lo largo de nuestra vida, pero acaban marchándose por el mismo lugar que tu llegaste.

Sencillez y exquisitez me gusta unirlas frente a la soledad. Parejas quedan en el camino, amores y desahucios del corazón, no pasa nada por uno más. Aquí no guardo tu ausencia, aquí yo vivo junto a mi mascota, la cual saco para sentirme bien conmigo mismo, para demostrarme que existen perras de dos patas, sólo dos.
Bajo la luz que veo al cerrar los ojos, ante la soledad de tus recuerdos, junto a un inmenso sentido de no dejar botella llena, cuento ovejas mientras miro el reloj como cada día. Un banco fiel, compañero no cambia día tras día, se mantiene y sigue como tal barrote frente a la libertad.

Todos tus enemigos son condenados a vivir dos celdas más abajo de tu calle, ¿tu garito? Tu garito se fue dentro de un avión, se fue junto a tu dignidad.

No llores más yendo camino a casa, no te sientes en mi banco… búscate otro sitio para caerte muerto. Deja de rallarme la cabeza, cae de rodillas y reza, no te auguro nada mejor más allá.

Has conseguido que poco a poco apague mi vida, que mueran mis ilusiones, mis devociones. 

Ante la falta de besos yo te pongo palabras, ante tus caras de niña buena yo coloco la de asombro, ante las ganas de desnudarme yo pongo tierra de por medio.

La indiferencia de tus sentimientos día a día abre más la brecha de este cañón, cañón como tengo el pie, pie al que le falla la autodefinición. Cupido ese jodido artista que no atina ni para atrás, cuernos por todos los lados, lagrimas inundan calle tras calle, aire que toca aire que desmonta.

Lo siento, de veras… me rio de tus escusas. Durante un tiempo quise ser insulso, fui iluso creyente de tus verdades acomodadas. Desconfianza ante no ser correspondido, vivir en una casa sin puertas en la que entras como si fueras cómplice de la junta de vecinos.

La virtud, la antítesis de la vida. Se feliz a toda costa, lucha por lo que quieres hasta que las lágrimas se sequen, aunque duela, tu sigue alguien vendrá y te recompensara todo lo sufrido. Esto dicen yo me lo paso por debajo de la mano, ten la mente fría, nada es bueno, simplemente es menos malo.

No hay razón más allá del saber que tienes el control, cuando lo pierdes todo gira cual cubo de rubick, y ante tal desesperación caerás en lo que un día yo caí. Simplemente jugamos a ser niños que sufren cuando otro se acerca y les quita algo que tienen ahí olvidado. Una mirada que no dice nada y transmite una inmensidad de palabras. Todas las que unen el camino de nuestra separación.

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