jueves, 12 de enero de 2017

En toda diferencia, siempre hay un mismo patrón...

Siempre tenemos una bienvenida más que una despedida. ¿Recuerdas tu primer cambio? Te convertiste en un intruso, por primera vez estuviste "lejos" de lo que eras, y más cerca de lo que eres, aunque desde entonces ya ha llovido bastante, pero no lo suficiente.

El recibimiento fue tímido, pero rápido, se creó un vinculo fuerte que hasta que murió dio mucho de sí. Formaste parte de un grupo, que años atrás hubieras "repudiado", pero ahí eras feliz, y a día de hoy, sigues en él, lejos, pero con ellos.

Te volviste a ir, aun más lejos, de nuevo solo, pensando en mirar atrás, pero lograste sobreponerte de nuevo. Moviendo hilos, tejemanejes y comentarios, te hiciste superior al calor de las noches. Gran experiencia que tocó, lejana y diferente, pero en esta vida todo lo diferente, sigue los mismos patrones que algo ya vivido anteriormente.

Tocó volver, todo había cambiado, prácticamente volver a comenzar de nuevo, aunque por mucho menos tiempo. Dialecticamente mejorado, madurado y menos dolido, más escarmentado. No fue dura esa despedida, aunque siempre que puedo vuelvo a ella, mentalmente.

Cantos de sirena llamaban, respondiste y encantado de aquel engaño. Otra oportunidad de bienvenida, de cero al cielo en tan solo unos días. A veces me arrepiento de haberte dejado, pero abrir los ojos duele, y eso lo aprendí contigo. Rechazamos la estabilidad que nos dabas, historias que siempre oí cumplí, y me decidí a volver a intentarlo, de nuevo despedida, rápida e indolora.

Aquí estas, de nuevo. Misma tesitura, mismas diferencias, mismo patrón y misma situación, ya sabes que tienes que hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario