domingo, 30 de agosto de 2020

Un día cualquiera

En esos días, donde tu paciencia empieza a estar difusa entre lo que es, y lo que debería, entre lo que quieres y lo que va a suceder a toda costa.

En esos mismos días, aprendes a ver cada vez un poco más allá, a tratar de entender los motivos de porqué no todo sale siempre bien. Ni tampoco juegas la mano con las cartas que hace un momento eran top, y ahora de repente, sin saber cómo, son mediocres.

Y es que, en esos días, el mundo o parte de él, se te viene encima, y por mucho que lo intentes, no sabes por donde la realidad, te ha dado semejante hostia de humildad...

Porque en esos días, la vida te demuestra que aunque todo es mucho más fácil, nos gusta complicarnosla para luego poder decir que lo superamos, obviando claramente, que prácticamente nunca llegamos a superarlo.

Solo en esos días, aprendemos el significado de ser y no estar, de tener y no haber, de querer y no sentir. Porque aunque parezca a veces fácil, permiteme recordarte que cuanto todo lo complicas es más placentero, si al menos, lo consigues...