sábado, 26 de noviembre de 2016

Gracias y un lo siento

Nunca fui de fechas, ni lo seré, y ahora acabo de entender el por qué medir el tiempo es tan innecesario como dejar de sonreír, eso es algo que aprendí con el paso de mis años a tu lado.

Parece mentira la de momentos que hemos tenido y que nunca supe apreciar, me considero un desagradecido por no haberme preocupado más, por no habérmelo tomado enserio, por no saber cuidar y apreciar lo que teníamos.

Sigo sin pararme a pensar seriamente lo que sucedió aquel día, no me quiero enfrentar a la realidad de la verdad, puesto que estoy lejos y la monotonía desde aquí es mucho más llevadera. Pero de verdad, se te echa de menos.

Las apariciones fugaces, tus idas de ideas, o incluso los trabajos "forzados" que me tocaba realizar con tal de comer patatas fritas. Los momentos vividos, fueron muchos pero los recuerdos aun son más. No puedo evitarlo, lo reconozco, y en estos momentos es cuando de verdad se aprende que el minuto a minuto es mucho mas importante que la arrogancia del mañana.

Siempre habrá un rinconcito para ti, para tus historias, para tus risas, para tu carácter, para tus amigos invisibles, para tus viajes, para tu familia, y concretamente para ti.

Necesito que sepas lo que nunca supe decirte, gracias y un lo siento.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Falla y acertarás...

Y le llegó el momento. Aquí empezó a escribir, palabras en el aire sin ningún tipo de significado, sin ganas de ser interpretadas, vacías de sentimiento, sin fondo y excesivamente planas.

Todo tuvo su explicación, solo que a veces es mejor no decir toda la verdad para no culpar de tus malas decisiones al resto, al fin y al cabo, nunca ganó nada echando las cosas a la cara. Una vez fue sincero y prometió latir a medio gas antes que dejar caer ese peso sobre otra persona.

Caminó, se paró, vio, y se fue siendo el mismo, aunque todo había cambiado entonces. Ante semejante decepción decidió cerrar los ojos, escribir sus emociones contadas desde la experiencia. No sabe hasta donde llegará, y volverá a decepcionarse, y a decepcionar a la gente de su entorno, eso lo tiene claro.

Porque podrá cambiar de vida, de amigos, de grupo, de ideología, de gustos, de que haceres, de hobbys y pasatiempos, pero nunca podrá traicionarse a si mismo, y eso conlleva seguir metiendo la pata hasta el punto de hacer las cosas bien por casualidad.

Cada día es un reto, sólo haz por buscar la positividad, aunque vaya mal, siempre podrá ir peor. No reniegues de tus méritos, vive y equivocate, falla y acertarás.