miércoles, 27 de enero de 2021

Circulos y vicios

 Hoy he vuelto a recordarte, otra vez más. Has vuelto a sonar entre toda la gente que estábamos presente. Pasamos por momentos que nos han hecho hundirnos en los vasos más altos de alcohol, para luego yacer juntos en un charco de cerveza sobrante.

Nos ha dolido el levantarnos tantas veces, que nos convertimos en lo que somos a través del sentimiento que surgió en noches como aquella. Lo que he sentido y siento por ti, será insignificante en unos años, pero siempre estarás dentro de los recuerdos.

Han pasado varios años, y sigues siendo una atracción, una placentera y dolorosa atracción, que logra que la piel se me erice solo con cerrar los ojos. No permitiré que vuelva a suceder, o no nos dejarán que suceda de nuevo. Tú y yo no estaremos más allí, o no seremos los mismos, o las corrientes de la química no estarán a favor, otra vez.

Pero puedo decir, que lograste que una noche más, huyendo de la multitud, me llevaste a un nuevo día, pasando por el infierno de sentimientos que en un solo botellín me hiciste tragar. Y es que aunque viajase a otras vidas, o probase en otros lugares, esa noche, siempre quedará marcada como la noche de una etapa. 

La noche en la que nos juramos amor sin condiciones, sin ataduras, con dolores, con caricias, con olvido, y con envidia. Podríamos decir que sabiendo que solo íbamos a ser dos puntos, en un mismo momento, nos convertimos en la historia más bonita y corta del cuento, en la que solo con 3 sorbos, fue más que suficiente.