lunes, 9 de septiembre de 2013

Demasiado tarde para cambiar.


Por la muerte de palabras cobardes, trato de contar las sonrisas que veo cuando deseo contar historias de noche, historias de cada momento de tus sueños. Darnos cuenta de que con un par de besos, un que tal de vez en cuando y poco más, las cosas no salen bien. Tampoco imaginar momentos mejores sirve de nada, solo son palabras necias que recorren el aire que respiras.

No andar siempre será un fracaso, pero debes saber cual es tu sendero, porque es frustrarte no saber dirigir una caricia en el momento que debes, si te sientes como siempre, erra porque algo estás haciendo mal. Las carencias entre las diferencias de los que destacan, como cada amanecer es un nuevo reto para ellos, mientras que para ti simplemente te satisface intentar sobrevivir entre ellos.

Siempre intentó copiar a la gente, no supo valerse por si mismo, nunca aprendió a hacerlo, y ahora ya es demasiado tarde.

.



domingo, 1 de septiembre de 2013

Puede...

Puede que si, que esté demasiado cansado como para volverlo a intentar. Puede que sea la última vez que no consiga dominar a mis parpados, pero se que no será la última que tenga esta sensación.

Agobio lleva cogido de la mano a soledad en este momento, mientras se comentan en silencio todas esas cosas que no se han contado en los tiempos que corren. Le cuenta lo sola que se ve, noche tras noche sin cesar, ella busca compañía pero siempre se va a casa marchitada de pena. En cambio, él, le cuenta lo difícil que es conseguir acabar los días con las fuerzas suficientes como para no morir en el intento. Cosa que entiendo al observar algunos detalles ahora que tengo la suficiente calma para detenerme y rebobinar cuantas veces quiera. 

Puede que esta sea la última vez que se de esta situación. Puede que nunca recuerde lo que paso por mi cabeza esta noche. Pero se que no será la última que tenga esta sensación puesto que estoy demasiado acostumbrado a ella.