sábado, 20 de diciembre de 2014

Si quieres cambiar, nunca repitas...

No aprendemos que las estrellas no se pueden tocar, y tampoco que si las podemos adoptar, mira bien y las verás más cerca de lo que en realidad están.

Una estrella moribunda, caída del cielo cual lagrima de un tal Lorenzo, nunca hacía caso a los avisos, ni a los consejos, ni a las miradas furtivas. Un día fue elegida, mal elegida, su historia nunca salió a la luz, quedo encubierta por la vida de los demás.

La hicieron llorar una y otra vez, la pobre ahí sigue, sufriendo entre la gente sin piedad, viviendo su cobarde historia. El tiempo de sus pasos caen lejos, lentos, leves y suaves, las palabras se le agotan a medida que el tiempo pasa. A veces, parece que se le apagan las fuerzas, pero siempre saca un resquicio de fuerzas para aguantar, cada vez le cuesta más, pero aun resiste.

Pensaba que todo podía cambiar, y así fue, a peor, así que ya no hay nada peor que pueda sucederle a ella. Las estrellas no se caen del cielo, por suerte. Esta historia no trata de nada concreto, solo de lo que pudo ser y no fue, porque tu te entrometiste en medio. La cobardía, timidez y la desvergonzada vergüenza te trajeron hasta aquí, sabes el final, no lo repitas.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Notas de audio, de un pequeño borracho...

Puede que esto suene a despedida, y lo es; y no me duele decirte adiós, porque al fin y al cabo cada uno va a seguir su camino, tu por ahí, yo por aquí, simplemente nos separaremos.

Nada será igual, aunque siempre te recordaré. Esta habrá sido una bonita historia en la que yo pensaré, diré y recordaré las miles de anécdotas que nos han pasado juntos. Pero nuestro camino se ha interrumpido y se va a separar, y no se muy bien que va a ser de mi ahora, pero supongo, espero, creo, que algo sucederá.

No te pongas triste, no lo quiero ni mucho menos. Yo intentaré reconciliarme con mi vida, espero que tu puedas seguir con tus amantes, con la cantidad de gente que te quiere conocer, porque a vieja no hay quien te gane, o al menos que lo intente.

Puede que a veces vaya demasiado borracho para decirte las cosas claras y saber que quiero exactamente. Pero como te dije, esto es una despedida y no hay muchas más vueltas que darle. No quiero hablar contigo, no quiero volver a saber de ti, no quiero recordarte, aunque se que en el fondo has sido una gran parte de mi.

Espero que algún día pueda volver a mirarte en lo más profundo de tu ser, pero hasta entonces no auguro nada, solo recuerdos, imágenes, voces, emociones, lagrimas, sonrisas, pequeños placeres de la vida. También espero que nunca te olvides de mi, yo lo intentaré, bueno miento, yo nunca lo haré.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Promesas que llevan a cualquier sitio...

No solo la piel de gallina, si no lágrimas en los ojos, eso me produce verte, tocarte no quiero ni pensarlo.

Quien me diría que una decisión casi sin querer, se puede traducir en el dolor de cada día, en el malestar y la angustia de no estar junto a ti.
Pensarte, me mata, no hacerlo me destroza, quien te conoce lo sabe, y a pesar de que son muchísimos tus romances, no me importa, siempre estaré ahí para ti, no lo olvides.

Susurros por la noche escucho, cuando el frío me despierta, abro los ojos y vuelvo a la vida real, a esa en la que tu no estás, en la que ya no piensas en nosotros. Fueron muchas las noches en las que me desvelé, y acudí a ti, allí donde fuere, me tapabas con tu oscuro y cálido edredón.

Tu blanco vestido, el sol reflejado sobre tu pelo, y tu aroma..., aroma árabe que me vuelve loco. Tus bonitas curvas, con tus subidas y bajadas de tono, y tu toque clave, esos ojos que lo ven todo....

No me quedan demasiadas palabras, menos lagrimas aun, algún día conseguiré pasar pagina, pero nunca te olvidaré, lo prometo.