Vueltas de pasado...

Se escuchó el golpe provocado por tu aparición estelar. Retumbó en toda la casa y parte de la comarca, al ver entrar semejante inocencia llena de pecas. Cada una de ellas, representa una vajilla rota en el pasado, e incluso aún perduran algunas de vidas anteriores.

Fue tal la sorpresa, que a pesar de estar en sobreaviso, todo ello me sobrepasó y me hizo plantearme ciertas cosas sobre lo que recordaba de ella.

El color de su aura me pone los bellos de punta. Al percibir su olor, me recorre la misma sensación de abrir un regalo del amigo invisible Esa incertidumbre del no saber ni el qué, y el quién.

Reconocernos nunca ha sido sencillo. Los delirios de grandeza siempre fueron barreras que intentaron detenernos, en el espacio y en el tiempo. Pero aunque no lo sepamos siempre acabamos encontrandonos

Y es ahí, en las malas horas y en los lugares más complicados, dónde las situaciones más variopintas terminan siendo un nosotros.

A veces odiosas, y otras como droga. Nos deleitamos con la confianza de desconocidos, y vomitando rayos de prejuicios sobre el otro.

Siempre seremos capaces de atravesar las nubes y la tempestad. Siempre seremos eternos, aunque sea en nuestras mentes.

Cuando quieras...

Con un vaivén hipnótico, la mirarás vaya donde vaya. Te creará tal dependencia, que siempre fantasearás con estar cerca suya.

Llegará un punto en el que te gustará tanto, que te preocuparás por saber que te hizo para llegar al momento dónde estás. Planteándote si te compensa tu vida, o si de verdad, te atreves y quieres cambiar.

Nunca pares de ser tú, porque por mucha música que te canten, o por muchos libros que te reciten, no te servirán para salir de dónde estás.

De verdad, que me preocupa. Cuando escucho describirlo está a otro nivel, algo que lo sientes como necesario, pero prácticamente es imprescindible.

Pero nada compra el mundo que te ha prometido mil veces. Te invito a que seas feliz, pero feliz de verdad, felicidad de la que no se necesita estar al lado, para sentirla.

Huye de lo idílico, aprende que eso no existe, simplemente es pan y circo para controlar las emociones que nos manipulan internamente. Un simple paseo, puede desencadenar en mil atrevimientos, pensamientos, y mundos paralelos malinterpretados

Si empiezas algo, no intentes entenderlo, disfruta de la sonrisa que se te escapa cuando lo ves. Borracha de incertidumbre de saber cómo has acabado así tras dos cervezas en una barra de un bar aleatorio

Disfruta de lo malo, porque cuando no haya nada, lo recordarás con añoranza a pesar de que te digas a ti misma que jamás lo volverías a repetir.

Y cuando me pregunten, si te asusta ser como soy, siempre responderé que a veces si, pero casi no. Sonrío, desconcierto y me voy.

Circulos y vicios

 Hoy he vuelto a recordarte, otra vez más. Has vuelto a sonar entre toda la gente que estábamos presente. Pasamos por momentos que nos han hecho hundirnos en los vasos más altos de alcohol, para luego yacer juntos en un charco de cerveza sobrante.

Nos ha dolido el levantarnos tantas veces, que nos convertimos en lo que somos a través del sentimiento que surgió en noches como aquella. Lo que he sentido y siento por ti, será insignificante en unos años, pero siempre estarás dentro de los recuerdos.

Han pasado varios años, y sigues siendo una atracción, una placentera y dolorosa atracción, que logra que la piel se me erice solo con cerrar los ojos. No permitiré que vuelva a suceder, o no nos dejarán que suceda de nuevo. Tú y yo no estaremos más allí, o no seremos los mismos, o las corrientes de la química no estarán a favor, otra vez.

Pero puedo decir, que lograste que una noche más, huyendo de la multitud, me llevaste a un nuevo día, pasando por el infierno de sentimientos que en un solo botellín me hiciste tragar. Y es que aunque viajase a otras vidas, o probase en otros lugares, esa noche, siempre quedará marcada como la noche de una etapa. 

La noche en la que nos juramos amor sin condiciones, sin ataduras, con dolores, con caricias, con olvido, y con envidia. Podríamos decir que sabiendo que solo íbamos a ser dos puntos, en un mismo momento, nos convertimos en la historia más bonita y corta del cuento, en la que solo con 3 sorbos, fue más que suficiente.