sábado, 22 de marzo de 2014

La primera primavera del año...

La primavera está aquí, y tú a su lado. Sonriente, esplendida en tu máxima esencia, pero estás ahí, aunque por mucha conciencia que le pongas, no conseguirás no separarte de ella. Tan solo quieres hacerle un poquito más feliz, que destaque entre el resto de tus días, que marque las horas de tu vida.

Te haces la dura y dices que no, que estás demasiado agusto con ella, su temperatura es perfecta, ni frió ni calor, ni toda la libertad, ni todo su agobio. Estás tan cómodo que rezas porque nunca se vaya, que nunca te deje, pero sabes de sobra que otra vez lo hará. Al fin y al cabo en eso consiste tu historia.

Llorarás durante algún tiempo, y otras estaciones intentarán suplantarla, empezarás a quitarte las lagrimas cuando veas que las noches frías de invierno sin su compañía no son lo mismo, ahí sabes que ella vuelve a acercarse a ti, que la primavera vuelve a llegar.

Año tras año llega, y notas que no es la misma que la anterior, pero vuelves a ser feliz, a sabiendas que todo volverá a acabarse, que tendrás que volver a empezar, pero esa es la vida, disfruta de lo que tienes mientras puedas, disfruta de ella, porque sabemos que eso que nunca queremos que se vaya, se acabará yendo.

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