martes, 15 de abril de 2014

Hay momentos y momentos..

Hay momentos que se guardan para un futuro olvidar, fotos que simplemente se hacen para ser quemadas por el tiempo, ilusiones y estados que se olvidan con la misma facilidad que se crearon. Todo ello está en ti, en tu camino, en el reflejo de sus ojos.

El silencio de la noche me trasmite el calor de tu mirada. Las ganas de comerte a besos en cada rincón, de acariciar las curvas de tu alma. En la noche nada es lo que parece, excepto las ganas de vivir, se me repite al pasar las noches en medio de la nada, rodeados de luces que no existen, que ya no están.
La comodidad entre nosotros es directamente proporcional a la distancia que nos separa. En esta noche el tiempo nos separa del alba, alba que sin duda alguna espero sobrevivir a tu vera. Alba que cada noche acaba y cada mañana comienza.

Ella, niña de dulce cara, pequeña pero de gran alma, aventurera como la noche, salvaje como el otoño tardío. Sin embargo él, frío como el invierno, en busca de los primeros rayos de tranquilidad de la primavera. Sentado ante una estampa, propia del verano, a su alrededor, tierra y espigas secas, como la esperanza que le ha dado una tarde de domingo cualquiera.

En esta noche oscura, volverán a temblarte las piernas como nunca has imaginado. En esta noche te prometo el sol, el cielo y la luna.




Y ayer estaban ellos, reencontrándose por primera vez

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