martes, 29 de septiembre de 2015

La añoranza de recordarte...

Grandes batallas hemos librado juntos, tanto que el día de mañana se hablará de nuestras historias… de nuestras idas y venidas… de lo nuestro. Porque te llevo marcada en la piel para el resto de mi vida, y no me queda otra cosa que agradecerte que me dejases cogerte tanto asco, desprecio y eso me hiciese infravalorarte.

Hemos sido grandes compañeros, pero hasta aquí hemos llegado. Recurriré al típico, no eres tu… soy yo, porque en este caso es verdad. No puedo conformarme con tan poco, llevo la ambición a cuestas, y siempre quiero más, aunque a veces me juegue malas pasadas.

Te echaré de menos, y me arrepentiré de no haber disfrutado todos los momentos, no soy un estúpido por haber malgastado tus oportunidades, si no por no haber aprovechado cada una de ellas. Te echaré de menos, mucho, tal vez demasiado, pero nuestro romance infinito, no fue nada más que eso, infinito.

Por esto, a veces cuando escribo, se me pone la piel de gallina solo pensando en los que las letras dicen, y no hay nada como agachar la cabeza, notar ese sentimiento que recorre el cuerpo de punta a punta, haciéndose notar por donde pasa erizando la piel.


A veces, reconozco que hasta los ojos me brillan, lo sé porque alguna lágrima se me escapa, y no por tristeza, si no por añoranza de recordarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario