sábado, 14 de febrero de 2015

El concepto no demasiado concreto...

Todos los viajes comienzan cerrando los ojos, viendo que queremos que suceda, aunque luego poco sea su semejanza a la realidad. Nos hacemos ideas precipitadas sobre cualquier cosa que nos rodee, y ahí entra cada uno, para ver, probar y enfrentarse a su pequeña mentalidad siempre que pueda y quiera hacerlo.

Él contaba las veces que pensó cada una de sus tonterías antes de llegar allí, y una vez ante su ignorancia, quedó perplejo por su desconocimiento, por haberse dejado influir de comentarios de otros pequeños estúpidos, que de esos siempre sobran y hay que tener cuidado.

Novedad frente a rutina, nuevas calles, nuevos miedos, nuevos aires de vida que recorren los poros de nuestro cuerpo día a día. Y sí, quedó fascinado ante tal mezcla de sensaciones, porque nunca pensó en lo bien que sienta ser así, ser un loco, con todas sus letras.

Duró poco, como casi todo lo bueno, pero existe un método para alargarlo durante el tiempo que cada uno quiera. Es cierto, que supone demasiado esfuerzo y también excesivos sacrificios, por eso sólo está al alcance de unos pocos descerebrados que luchan constantemente por superarse, por ser mejores, por aprender cada día.

Soy un loco incomprendido, con sus ideas estúpidas, pero siempre con una sonrisa oculta, cual niño que busca descubrir el mundo cada vez que sale de casa. Porque ese niño, puede que no consiga nada a lo largo de toda su vida, pero habrá sido feliz intentando constantemente y sin cesar conseguir sus objetivos.

2 comentarios: