lunes, 26 de marzo de 2012

La eringo...

Dicen que tal y como viene las cosas se van, pero ¿y si esto no es cierto?.
Hay cosas que nunca vendrán jamás y otras que tal vez vuelvan a pasar ante nosotros.


Un escalofrío recorre de punta a punta el cuerpo, solo me ocurre esto cuando pienso en ti. Y tú te preguntarás el por qué, yo te contestaré que no lo sé, pasa y prefiero no buscarle las cosquillas al asunto. No quiero toparme con nada ante lo cual no este preparado.

Esto se puede explicar con una épica historia que tuvo suceso hace mucho tiempo en algún lado concreto, pero que a su vez nadie sabe donde ocurrió. Solo se conoce y se cuenta que corrían las jarras, entre la música y los toc toc toc golpeando el suelo con el punta-tacón al son de las notas, prometo no desvelar la identidad de nadie allí presente. Y mentiría si dijese que aunque ahora ya menos, sería capaz de casi cualquier cosa por volver a saborear alguno de esos momentos en los que el alma jugueteaba con mis pies, y la cabeza marcaba el ritmo de las manos.

No me sentaré a esperar, lo aseguro, tampoco dejaré de intentarlo. Ello es mi vida y así seguirá.

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