martes, 2 de agosto de 2011

Al lado del mar...

Me das asco...pero te quiero. Es lo que pienso cada vez que leo tus privados, concretamente ese, cada vez que veo esas dos putas fotos, me dejaste sin palabras en aquel momento y tal que ahora. Sólo han pasado cuatro meses, pero en tan poco tiempo han sucedido tantos cambios de parecer como amaneceres prosiguen a cada tarde con su anochecer.

Con tres opciones por delante, el abismo queda cerca, el pasotismo a un lado y yo un poco más a desmano, incapaz de poder llegar hasta el final de las cosas prosigo en pie ante la indiferencia de tus parpadeos, entre cicatrices abandoné mis cosas para sanar las estrellas que podía acariciar. Restos de un naufragio que flotan como tu fragancia en el aire que rodeo entre mis abrazos.

Tiritando en cualquier esquina me encontrarás una noche de esas, y por favor te pediré que no me dejes caer, que me tapes y me abrigues, dame el calor para poder tener las fuerzas y superar este desastre, y aunque me duela vuela conmigo a otro sitio, vive mis momentos con sus diamantes y sus espinas. No abandones tu causa, no andes perdida por la niebla de la noche, no dejaré que me cuenten mas historias de las vidas comunes, yo no soy uno más, ¿sabes?.

Que ánimos habrá siempre bañados por lagrimas de derrota, si yo fuera diferente, nada de esto hubiera sucedido, siento si molesto con mi incertidumbre, siento si confundo, siento si actuó sin anestesia ante tales circunstancias. Bueno no, vivo intensamente y me perjuro muchas veces, que seguiré siendo así, que no habrá nada que me detenga ante mis propósitos, ni las sospechas de la vida, ni las putadas de tu cabeza, porque si estuviese lejos de aquí, no se que sería de mí, dudo que pudiese volar pero te agradecería que para bien y para mal el empujón que me hace falta, ese tan necesario, me lo dieses tu.

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