martes, 14 de octubre de 2014

Una noche más...

Una noche más el volvió a ese lugar en el que nunca estuvo, al que le hubiese encantado sentir en los poros de piel, esperando la llamada de alguien en la hierba tirada.

No se lo conto nunca a nadie, pero ese pequeño secreto tenia dos puntos de vista, el real y el deseado. Real como sus sueños, deseado como si fuese la realidad que le esperaba tras la esquina al cerrar los ojos, una noche más volvió allí.

Nació junto a la señal, ese momento especial de decir, esta noche será por fin la esperada, podré llegar a donde siempre quise, a estar rodeado de bonitas metáforas, de pequeñas hipérboles que florecen de la nada, estar ante el tesoro de colores.

Intentará ordenar las ideas de su corazon, pero no cree en ser ordenado porque sin duda alguna es mejor caminar y tocar, desordenar e irse caminando al siguiente punto. Mira hacia allí, a lo lejos se ven sus miedos, ahora andan convirtiendose en su pequeño tesoro.

La vida le enseño, que cerrar los ojos teletrasnsporta, sin moverte de sitio. Quien no se consuela es porque no quiere, y quien no viaja, ve y saborea es porque no sabe cerrar los ojos...

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