De los errores nos arrepentimos, pero en realidad son los que más nos enseñan. Hacer algo mal hoy, significa tener mañana algo de lo que hablar...hazlo bien y eso quedará en el ayer, nadie se acordará.
Las oportunidades no son trenes, ni autobuses en los que debes subirte, las oportunidades simplemente hay que aprovecharlas cuando se tienen, porque mas allá de ese momento, se irán y puede que no vuelvan, o sí, ya se verá.
La satisfacción suena a trabajo bien hecho, tareas que no asustan a quien lo busca, a aquel que pretende no ser uno más. El resto, desde la ignorancia, a la vergüenza y de la timidez a la dejadez pasando por la costumbre les aconsejo que deben quitarse del medio, porque hoy es el primer día en el que renunciaremos a ellos.
Por romper la absurda rutina que se empeña en aparecer constantemente, no mires a los demás, ellos no te entenderán. Tu vida es tuya, vívela, no te dejes influenciar por nadie y sobre todo, equivocate y disfruta de tus errores, así sí serás feliz.
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