lunes, 27 de enero de 2014

Batallas de antaño...

No valoras algo hasta que lo pierdes, esa típica y estúpida frase que viene a recordarte que hay algo que has hecho mal, pero a toro pasado, todo es fácil de decir.

Esta noche no se parece en nada a la de hace 3 años, han cambiado demasiadas cosas. 

Ha cambiado el mundo, a peor, ya no es lo que era. Y hasta respirar en esta jungla llena de listos e impotencias se hace difícil. 
Ya no existen las sonrisas, ni los bonitos gestos, ahora solo quedan las miradas por encima del hombro, las mentiras sobre el papel

Ha cambiado la mentalidad que rondaba esa noche en mi cabeza, eso ha logrado modificar mi estado de ánimo, mi capacidad de preocupación, soy más vulnerable que antes, o menos seguro de lo que estaba. Porque aunque sobren ganas de tirar para adelante y conseguir planes futuros, ahora veo océanos donde solo hay vasos de agua.

He cambiado yo, porque ahora no me enfrento a la batalla con la moral de ganar demasiado como antaño, ahora puedo perder lo que tanto me ha costado conseguir en estos últimos tiempos. Y eso me supera, tal vez no este preparado para el fracaso, pero creo que he dado un paso más allá. He conseguido algo que hace tres años, era un plan de futuro sin pies ni cabeza.

Es cierto que todo ha cambiado, que no volverá a ser lo de antes, pero ante todo, nunca pienses en lo que puedes perder, porque eso, hará que lo pierdas todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario