Cuando alguien dice que la vida es muy dificil, en realidad quiere decir que quiere algo que ve muy complicado conseguir y empieza autocompadeciendose para hacerse ver que no tiene la culpa. Pero en vez de levantar la cabeza, y pensar con el corazón, lo hacemos con el tobillo y pensamos que se nos va a partir al andar hacia eso que queremos.
Una tras otra vez dejamos pasar las ocasiones para intentar cambiar a nuestro favor la direccion del aire, y en vez de ayudarnos, solo conseguimos que nos frene. Ahí es cuando tenemos lo que nos merecemos.
Pero pese a todo, el tren a veces no solo pasa una vez. En ocasiones, el tiempo consigue que podamos subirnos al vagón que queramos, nos deja elegir el horario y la estación en la que queremos montarnos, pero somos nosotros los que valoramos si lo cogemos o lo volvemos a dejar pasar como otras tantas veces.
Pero tenemos que tener algo muy claro, para tener esa pequeña opción, debemos acudir a la estación a por el billete, y que muchas veces nos negamos a encontrar la taquilla donde se venden.
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