jueves, 24 de octubre de 2013

Ni mentir, ni temer.


No miento cuando digo que ni quiero ni busco, ni tengo, ni quiero comprender porque debería hacerlo. Cada uno tiene su vida, la hace a su manera, que barra su parcela y deje de entremeter su pobre cabeza allá donde nadie le reclama, porque el día que caiga en una finca cercada, en ese momento se dará cuenta de como tiró todo el tiempo que tardo en peinarse para poner buena cara cuando le pillasen infraganti.

No se a donde voy, pero se que sería capaz de quemarme con el hielo, de escalar hasta el más allá, de viajar por cada uno de los mapas, pero sigo aquí, quieto entre la movilidad de las tardes sin freno. Nunca sabré exactamente donde estaría en caso de no haber hecho lo que ya he hecho, ni tan siquiera se donde estoy ahora mismo, solo conozco el ayer y a veces ni lo recuerdo...

Podría decir que dentro de mi cama hay reglas, que en mis sueños no hay fantasías, que tras mis noches nunca hay días, pero estaría diciendo algo que ni se aproxima a la realidad, y para contar cosas de ese tipo, está la gente como tú.

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