viernes, 14 de septiembre de 2012

True colors...

Cuando la escucho y miro hacia atrás veo tantas cosas, como imágenes guardamos en nuestra vida. Pudo ser el comienzo de esto, pero no estoy seguro de ello, creo que ya venía de antes.

Nuestra sonrisa se ve asociada a las lagrimas, no podemos evitarlo, ni debemos separarlo. Pueden ser momentos emotivos, mentiras piadosas que a la larga pueden que no salgan a la luz y siempre sean simplemente mentiras.

En cualquier momento, en un triste aparcamiento a km de distancia, vuelves a reencontrarte con lo que una vez fue parte del pasado, y te quedas atónito pensando "un no puede ser". Esa música que tantas horas pasaste escuchando vuelve a sonar en tu cabeza, de una manera lenta y suave. Unos ojitos preciosos, una mesa, una estantería, una residencia...

¿Quién marca el ritmo de nuestra música?

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