Aunque te he vuelto a encontrar, mucho ha pasado desde la
última vez que me tocó sufrirte, y la espera, creo que ha merecido la pena. Te
sorprenderá que te confiese que por un momento hasta me olvidé de ti, logré
sacarte de mi cabeza, de mi corazón y hasta de mis poros.
Porque tu aroma, ya sólo lo recuerdo como una leve brisa en
medio del desierto, al igual que la sensación de encontrar un oasis en los
momentos de sed, en los que debido a la presión estás a punto de decaer. Te
paras y piensas si es verdad, si eres tú, o si simplemente estás viviendo una
pequeña ilusión para que tu cabeza no sufra, no más.
Ha pasado una eternidad de momentos desde la última vez que
vi en tus ojos esa sonrisa que me llevó a lo más alto, y aunque estamos de
nuevo cerca, seguirá siendo lejos, puesto que aun queda camino por recorrer
hasta reencontrarnos.
Seguirá dándome taquicardia, recordar esas tardes de
invierno, de primavera y de otoño, donde la lujuria de cada momento nos rodeaba
con sus brazos, logrando que todo se paralizase y por un pequeño rato, lo demás
no existiese.
Puedo decir que, si algún día nos reencontramos, no sabré si
estaré a la altura, pero prometo intentar conseguirlo, aunque mis fuerzas vayan
en ello, hasta no poder más. Aunque nunca será lo mismo, eres lo que más se
parece a la perfección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario